domingo, 26 de agosto de 2012

Embutidos de Leyenda: Alemany

Embutidos de Leyenda
Anthony Alemany


(c) Quato al Congreso (de libre uso).
Anthony ALEMANY DEZCALLAR

Nace en Palma de Mallorca el 18 de junio de 1939. Hijo de Mercedes Dezcallar Morell y de José Alemany Vich, comandante de artillería de la 2ª sección y del Estado Mayor de la División, sí la Azul, quien fallece el 18 de julio de 1943 a los 34 años de edad (una fecha que proclama cierta justicia vengativa), lo hace en tierras rusas dejando viuda y cuatro hijos. Debía ser un tipo de cuidado este José Alemany, participante en la represión del 36 al 39 en Mallorca[1] al ser llamado por el mismísimo Muñoz Grandes tal y como refiere orgulloso el propio Antonio Alemany en un artículo[2] reivindicativo de la calle que en Palma de Mallorca tenía dedicada su padre.

Estudia la licenciatura de Derecho en la Universidad de Navarra y la diplomatura en la Escuela de Periodismo en Madrid. Algunos dudan de que realmente haya terminado la carrera de periodismo[1].

En mayo de 1968 se casa con Antonia Oliver Pardo, nada menos que en la capilla de santa Ana del palacio de la Almudaina[3]. La señora Oliver, es hija de Mateo Oliver Ameguar jefe que fue de Fuerza Nueva en Baleares, llegando a ir en la lista para la alcaldía de Palma de Mallorca en la legislatura de 1983-1987, en el puesto noveno[4].

Su andadura dentro del mundo periodístico viene de la mano del Diario de Mallorca donde trabaja como articulista hasta que alcanza la dirección del mismo en mayo 1973[5]. En una conferencia dada por Alemany en el Club Mundo, en junio de 1973[6] se le oyó decir: “… Nunca un periódico deber ser un subproducto de otras actividades, bien sean económicas o políticas…”.

Y se lo creyeron, y mucho más cuando dijo:

“… la relación directa que existe entre la actividad informativa y el proceso democratizador de la vida pública, señalando que la prensa española a pesar de sus temores y angustias, había asumido con madurez y ponderación su papel de cauce participador e impulsor del desarrollo político. Esta madurez y ponderación, dijo, son las que aconsejan la supresión de los condicionamientos ─cautelas frente a la prensa periodística, intervención sancionadora de la administración─ que todavía limitan al libre ejercicio de la actividad periodística. El Gobierno tiene ─dijo─ la grave obligación moral y constitucional de proteger y garantizar la libertad de información…”

Recibe el premio «Fraga Iribarne» de periodismo en 1975[7], único premio que ha recibido según consta en la biografía de ‘su’ periódico[8], si no contamos la sentencia 18/12 de la segunda pieza del caso Palma Arena donde se le concede el honorable premio de tres años, nueve meses y un día de estancia pagada tras las rejas. El acta del jurado es leída por Ricardo de la Cierva para dar paso a la intervención del propio Manuel Fraga. Tres artículos componían el escrito bajo el título de El Ejército y la Corona, escrito el 13 de enero de ese mismo año. Alemany es una persona que va posicionándose para el futuro.

Llega el 20 de noviembre de 1975, tras la bendita muerte de Francisco Franco, Alemany escribe un editorial el 20 de diciembre en el Diario de Mallorca[1], prepárense a derramar lágrimas porque nuestra transición fue una amnistía del copón, no sólo para los que estaban en la cárcel, gracias a la cual algunos 'topos' vieron que se les abría un futuro de oportunidades, dice así:

«Las campanas doblan por la muerte del jefe del estado, Francisco Franco. Las campanas doblan, también, por el pueblo español. Un trozo ─cuarenta años─ de Historia de España ha tocado a su fin. Un trozo ─cuarenta años─ de nuestras vidas se va. Cuarenta años de España, cuarenta años de nuestras vidas se apagan para, en el eterno ciclo vida-muerte, alumbrar el nacimiento de una era nueva y distinta. No es hora de balances, sino de balance. Este: España 1936-1975. De la miseria al desarrollo, del odio fratricida a la convivencia ciudadana, del país agrario al país industrial, de la nación arcaica a la nación moderna. España y Franco, Franco y España. Un país joven y vital que renace de sus propias cenizas y un hombre que consagra toda una vida a la Patria. Francisco Franco ha muerto. Su legado: una España nueva y dispuesta a asumir su destino y sus responsabilidades. Esta ha sido su vida y su obra: Esa es nuestra vida y nuestra obra. Descanse en paz Francisco Franco Bahamonde, español de El Ferrol, patriota ilustre, general del Ejército y Jefe del Estado Español. Que Dios lo acoja en su gloria.»

In saecula saeculorum, amén para el enano y su memoria.

Seguirá en la dirección del Diario de Mallorca hasta el 27 de febrero de 1976[9][10], día que cesa de su cargo para trasladarse a la capital de España, no sin antes haber conseguido que el periódico doblara su tirada y fuese conocido fuera de las islas. Convencido estoy que por su buen hacer no fue.

Viene a Madrid a liderar un nuevo proyecto, un semanario de información política llamado Opinión, de corte centrista y de izquierdas, bajo la financiación de José Manuel Lara, editorial Planeta, y con un consejo editorial formado por nombres como el ex ministro de Información y Turismo, Pío Cabanillas, el catedrático Ricardo de la Cierva y el teniente general Manuel Díez Alegría.

El equipo directivo, formado en agosto de 1978, está compuesto por Antonio Alemany (dirección), Manuel Velasco (subdirector de Edición), Ángel Gómez Escorial (del diario Pueblo, como subdirector de Nacional), Manuel Bueno (subdirector de Internacional), Ignacio Fontes (del Diario 16, como redactor-jefe), Gregorio Morán (jefe de Documentación), Antonio Jiménez (jefe de Diseño)[11]. La previsión era que la revista saliera a la luz el seis de octubre. El director, Alemany, declara (no sería la última vez) que el semanario verá la luz con la pretensión de ser un medio «liberal y democrático» y que para lograrlo «vamos a realizar, una información muy profesional, muy objetiva y muy poco militante». Un mes después[12] Antonio Alemany, arengando a su tropa les transmite que la publicación estará desligada de cualquier grupo o ideología política, que el semanario pretende «abandonar los protagonismos políticos de la prensa y recuperar la función informativa del periodismo».

El dos de febrero de 1977, el semanario se enfrenta a una huelga por el despido de ocho trabajadores, entre ellos Gregorio Morán, y Antonio Giménez e Ignacio Fontes, sufren un traslado forzoso anterior junto con varios redactores. Alemany aduce falta de rentabilidad y niega las acusaciones de que estos despidos y traslados respondan a una operación ideológica, concretamente en una maniobra para realizar un acercamiento de la revista al Partido Popular (así en el original). No, que va. Y declara «el futuro inmediato de Opinión lo veo con gran optimismo…» dando por cerrada una crisis que «ya estaba abierta, sobre todo en los tres últimos números que se han hecho con muchos problemas…»[13]. El semanario saldrá el día 9, confeccionado por el propio director y algún lameculos.

Cogemos nuestra máquina del tiempo y nos trasladamos al 10 de abril de 2010. Gregorio Morán escribe[14] sobre Antonio Alemany y aquella época del semanario Opinion:

«… revista bautizada Opinión, que disponía de todo el dinero del mundo para competir con el semanario Cambio16… Nos conocíamos todos, quién venía del PCE o quiénes de muchos más a la izquierda…»
«Nos conocíamos todos. Menos él. Ni nosotros le conocíamos, ni él conocía a nadie. Y se nos presentó así: “Soy un liberal”. Y añadía, “un liberal inglés”. Y la verdad es que nos quedábamos mirándole con esa impresión de estar contemplando, en aquel Madrid volcánico, a un pingüino. Un pingüino que no tenía ni idea de periodismo, ni de política, ni de cultura, ni de nada. ¿Cómo había llegado a dirigir nada menos que el proyecto periodístico más descomunal de cuantos se hicieron en la transición, sólo equiparable a El País…»
«… sacaron aquel chico de Palma de Mallorca que tanto prometía, para hacer de pantalla del proyecto… Nos echó “el liberal” a todos. Pero nada que ver con la política, eso vino luego. El conflicto que puso a la publicación en una crisis que la llevaría a la agonía fue por dos palabras[15], de ahí la importancia de la filología en la vida política. Y no eran “lucha de clases”, ni “revolución”, ni “ruptura”. Las palabras fueron “clítoris” y “orgasmo”…. “Yo no puedo darle a leer a mamá una revista donde estén palabras como ‘clítoris’ y ‘orgasmo’” Su madre constituía el límite del mundo y él no era Marcel Proust…. Le perdimos el más mínimo respeto. Luego pasó a la fase política y fuimos saliendo todos hasta que Lara, harto de aquella ruina de publicación ‘regaló’ Opinión a la UCD en el poder, y nuestro “liberal” dejó Madrid…»

El 19 de abril de 1977, sólo dos meses después de su visión de una revista con un futuro optimista, dimite como director de Opinión[16]. El motivo es que se presenta como candidato a diputado por el Partido Popular Balear[17]. En las declaraciones que realiza en esta fecha a El País, comenta que es para mantener la independencia de un medio informativo de la política de partido. La realidad es que, hartos de sus gilipolleces, los fundadores de la revista vieron la luz para quitársele de encima[18] y la propia editora le advierta de que es incompatible la dirección de la revista y su candidatura a las elecciones. Afirmación que hago porque se podrá comprobar en párrafos posteriores. El quince de mayo se tacha la renuncia como «saga fuga» de Alemay «que se ha marchado a Londres»[19]. A empaparse de liberalismo inglés, como si lo estuviera viviendo.

En las elecciones generales del 15 de junio de 1977 no consigue votos suficientes la candidatura por la que se presenta.

El dos de julio de 1977, Alemany vuelve a ser noticia en la política balear puesto que es nombrado presidente de la comisión ejecutiva del Partido Demócrata Cristiano de Baleares[20]. La designación no deja de suscitar controversia al no ser del agrado del secretario del partido, Francisco Aizcorbe, quien acusa a Alemany de personalismo y protagonismo. Desde las altas instancias del partido se le calla la boca, esto son lentejas y tú no tienes representatividad[21]. Y oportunismo es lo que se ve, porque el primer objetivo de esta nueva etapa del partido es tomar contacto con todos y cada uno de los partidos que componen la Unión de Centro Democrático (UCD) para ofrecerse y dar explicación detallada de sus intenciones. A esto le llamo yo pintarse la cara de centrista liberal para tapar tu rostro fascista[22].

El 10 de agosto acudirá a una entrevista con el Ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Joaquín Garrigues Walker[23].

El País publica el 14 de octubre de ese año que el Diario de Barcelona no ha salido a la calle el día anterior[24]. La redacción y los talleres del periódico abren conflicto con la empresa editora, por el cambio de línea editorial y la sustitución del director por Antonio Alemany. Esto conllevó a la pretensión de insertar una carta en primera página de desaprobación de este nombramiento y la petición expresa de que no aceptara tal puesto pues los trabajadores se sentían identificados con el actual director en funciones, Tristán de la Rosa. La consecuencia es que este y el subdirector, Antonio Franco, son cesados. El cambio de titularidad no sólo trajo el cambio de dirección, sino que la mayoría de acciones estaban en poder de un grupo de empresarios cuyo representante era Juan Vives Rodríguez de la Hinojosa, consejero de FECSA y de El Noticiero Universal, políticamente ligado a la derecha catalana[25]. En febrero de 1978 son despedidos treinta trabajadores, afines al anterior director, en una clara purga política. No lo digo gratis, el nuevo vicepresidente del consejo de administración del periódico es Manuel García Fernández, delegado provincial de Fuerza Nueva en Barcelona[26].

El 20 de febrero de 1979, en un espacio publicitario gratuito, en la televisión pública, ofrecido a los partidos políticos que se presentan a las elecciones generales del 1 de marzo, Manuel Fraga Iribarne presenta a diversos candidatos por su coalición política, Coalición Democrática, entre ellos Antonio Alemany[27] quien encabeza la lista de diputados por Baleares[28]. Este hecho, dije que se entendería más adelante, no le impide mantenerse en el Diario de Barcelona mientras se dedica a la política en clara contraposición de su ‘actitud’, más bien excusa, cuando dejó el semanario Opinion. El 24 de marzo de 1979 es nombrado presidente del consejo de administración de la empresa Barcelonesa de Publicaciones, S. A., que es la editora del Diario de Barcelona[29].

En diciembre de 1979, Antonio Alemany, dimite de la dirección del Diario de Barcelona, curiosamente junto al consejero Manuel Millán Mestre[26]. Y es que tenía otro trabajo, en el que iban a confluir sus dos pasiones: política periodística y periodismo político. Es, junto al nombrado Manuel Millán, contratado por Fomento de Trabajo Nacional, la organización patronal catalana por excelencia. El mandato es claro: intentar incidir en las elecciones al parlamento catalán que se celebrarán el 20 de marzo de 1980. Con un presupuesto inicial de 300 millones de pesetas, el fondo se usará para realizar campañas de publicidad y de prensa que tienen dos objetivos: por un lado “oponerse frontalmente al voto marxista” (PSC-PSOE y PSUC): y por otro lado, “combatir el abstencionismo entre el empresariado” (votante del PSOE en un alto índice) y de aquellos “estamentos sociales que se inclinan por la derecha y el centro”[30]. Esto fines, en un gesto impresentable, se lograrán “desde criterios presentados por apartidistas, en el sentido que evitarán apoyar a una opción política concreta”. El deseo es que se llegue a un acercamiento al centrismo de UCD y al centrismo nacionalista que representa Jordi Pujol. Lo que no me explico es qué hacía allí entonces Alemany y el señor Millán, cuando eran colaboradores de Manuel Fraga. Y es que Antonio Alemany se sabía mover, es evidente, por aguas procelosas, turbias unas y otras poco claras. Un auténtico ‘liberal inglés’.

Tras las elecciones de mayo de 1983, las primeras autonómicas que se celebran en las islas Baleares, Antonio Alemany es nombrado por el Presidente de la comunidad, como secretario de Coordinación y Planificación.

En agosto de 1984 se crea la Universidad Internacional del Mediterráneo[31], con la aclaración que no es una universidad paralela política, dirigida por el catedrático Ricardo de la Cierva. Los cursos se darían en Ibiza, comenzando el 14 de ese mes de agosto. El curso La situación de la Prensa y a comunicación en España: expectativa ante el año 2000, es dirigido por Alemany, quien es presentado como periodista y secretario de Coordinación y Planificación. En septiembre, dimite de su cargo en el Gobierno balear en base a su “deseo de dedicarme exclusivamente a mis actividades informativas y profesionales”. La misma excusa de siempre, la incompatibilidad de profesiones, cuando siempre se ha dedicado a lo mismo: a imbricarlas. Según cuenta El País[32] el cese ha venido de la mano del propio Gabriel Cañellas, presidente balear, con el visto bueno del resto de su gobierno y cita “no nos parece ético que este señor compatibilizara el ejercicio de su cargo con los editoriales o artículos de opinión, generalmente firmados con seudónimo, que comprometían al propio Gobierno regional”. Ahí queda eso.

Mucho me temo que uno de ellos era el que dirigía al rey Juan Carlos I, titulado El gesto que esperaba del Rey, publicado el 16 de mayo de 1985 en El Día 16 de Baleares (Diario 16). Un artículo que nace de la primera visita que el rey hace a la Unión Soviética y por no haber rendido 'honores' a los caídos de la División Azul:

«… Pero el Rey ─el Rey de España─ no puso ni una flor ni rindió un homenaje ni pronunció una sola palabra en recuerdo de los miles de españoles que allí reposan. Entre estos muertos está mi padre y en su nombre y en el nombre de todos los que allí derramaron su sangre elevo una indignada y dolorida protesta por el hecho de que el Rey, el Rey de España, el Rey de todos los españoles, ignorara a miles y miles de compatriotas que nunca más volverán a su patria. Ni la razón de Estado, ni la razón de la diplomacia justifica este silencio real y sería un malnacido que reniega de una biografía familiar, que asumo plenamente, si no dijera que este silencio del rey ha constituido uno de los más tristes y dolorosos episodios de mi vida.»

Otra perla, es que no he encontrado nada bueno, lo siento.

En julio de 1985 se publica en El País[33] una información curiosa. En el programa de La Clave, dirigido por José Luis Balbín, un programa de debate al que asistieron en la emisión que nos concierne, Félix Pons del PSOE y ministro de Administración Territorial, Gabriel Cañellas de Alianza Popular (AP) y presidente de la Comunidad Autónoma de Baleares y Jerónimo Albertí de Unión Mallorquina (UM) y presidente del Consell Insular de Mallorca, sólo fue posible porque Antonio Alemany, otro de los invitados, no asistió al mismo ya que todos se opusieron.

En 1986 inicia un nuevo proyecto, se trata de la revista semanario Sovint, que duró seis meses[34].

Según se expone en su biografía estuvo cerca de veinte años como editorialista y articulista en El Mundo / El Día de Baleares. Esta cabecera comenzó su andadura en 1994, siendo su último artículo de despedida el 10 de febrero de 2011.

Entre 1998 y 2000 aborda un nuevo proyecto, denominado Illespress. En la biografía de Félix Maestro se lee que no pocos de sus artículos eran censurados. En el número 60 del semanario se lee de mano del propio Alemany, no de sus múltiples seudónimos, que pasará de ser semanal a mensual debido a los impagos que la Administración autonómica tiene con su empresa por la publicidad institucional (mamandurrias). La verdad es que fue financiada por el primer gobierno de Jaume Matas. Acabada la legislatura en 1999, se acabó la pasta y adiós a la revista. El 23 de mayo de 2000 se puede leer en el BOCAIB número 64 el apremio a deudores no localizados, entre los listados Illespress, S. L., por un débito a la Hacienda Pública de 535.564 pesetas (julio de 1999), 433.446 pesetas (agosto de 1999) y 286.087 pesetas (septiembre de 1999).

Le vino la oportunidad de nuevo durante los años en que Jaume Matas tiene la cartera ministerial de Medio Ambiente (2000-2003), Antonio Alemany le escribió no menos de tres discursos, uno de ellos sobre el Plan Hidrológico Nacional por encargo de su jefa de gabinete en ese momento, Javier Mato[35].

En 2005, la empresa de la que fue director general Consultores de Información, S. L. e Illespres, S. L., tenía una deuda contraída con la imprenta Bahía, S. L., de 110.117,6 euros más 20.000 de intereses[36] en esta fecha se ejecutan la subasta pública de ciertas propiedades para el pago de la deuda contra Mariano Morell Fernández.

En octubre de 2011, Antonio Alemany publica un artículo en el periódico digital Libertad Balear, su periódico, bajo el título El ‘Baleares’ un periódico imposible, en él se pueden leer:

«… Lo primero que debe hacer un diario cuando se lanza al mercado es evaluar el target de potenciales lectores, sin confundir deseos con realidades. Yo mismo me lancé a la aventura de dos semanarios ─Sovint e Illespress─ que fracasaron porque confundí deseos y realidades… Con la fundación de El Día de Baleares… Su target estaba claro, se trataba de sustituir a un Diario de Mallorca que había abandonado su condición de periódico de centro derecha balear para escorarse hacia la izquierda…»
«En el caso de [Miguel y Pedro] Serra y del Baleares actual probablemente esta incapacidad de evaluación del target potencial de lectores fue consecuencia de la obnubilación de Serra que debía creer en su fuero interno ─y externo─ que los periódicos se financian no por su difusión; sino por las subvenciones que obtenga. Era, sin duda, un maestro en la materia y su experiencia confirmaba la hipótesis subvencionadora, como ocurría ─y ocurre─ con Última Hora y como ha ocurrido también con el Baleares…»
«En cualquier caso, la trayectoria empresarial de Serra es sorprendente y con todos los visos de un final trágico al ignorar el editor cualquier tipo de visión empresarial que fuera más allá de la pura y dura subvención…»

¿Cómo se han quedado? Si, efectivamente consejos doy, que para mí no tengo. Aquel que acabó con el semanario más importante de la transición, la revista Opinión, con el Diario de Barcelona, con la revistas Sovint e Illespress se proclama a sí mismo erudito en la materia. Y para más escarnio él que mendigó subvenciones para montar el periódico digital desde el cuál critica a otros medios por recibir subvenciones.

En su solicitud de subvención, esa por la que le han condenado, dentro del apartado de justificaciones se puede leer «…que la agencia de noticias- cualquier agencia de noticias- desde el punto de vista de su viabilidad y consolidación es imposible e inviable sin las ayudas y subvenciones institucionales.». Sí, yo tampoco me lo podía creer. La subvención de medio millón de euros se pide para un periódico que tiene 45 seguidores/clientes en el momento de pedirla, el número de trabajadores, sin contar la señora de la limpieza, es de 54[37]. Claro que esto se entiende porque la subvención nació ad hoc para darle a Alemany su pasta. El primer pago de 31.033,11 euros sirvió para pagar los gastos de registro de Notaría para constituir la nueva empresa[38].

El 28 de diciembre de 2008, se publica una declaraciones[39] publicadas en El Mundo / El Día de Baleares por los excesos cometidos por este diario. Así, después de Agustín Pery, director del periódico habla Antonio Alemany y dice lo siguiente:

«Creo que mi periódico ha estado enormemente acertado con ese ejercicio de contrición… mi educación ha sido básicamente antidemocrática: no concibo un debate si no es para darme la razón. No me imagino que otros pueden pensar de manera distinta a la mía, y mi reacción ha sido casi siempre visceral. Todavía me cuesta asumir que la sociedad es diversa y plural.»
«… muchos de mis artículos venían motivados por una necesidad puramente económica. Quienes mejor podrían satisfacer mis necesidades han sido aquellos con quienes compartía unos objetivos comunes: el gran capital. Como aquí nadie quería contratarme, cosa que entiendo, hablé con Pedrojota para que desembarcase en las islas. Pero creo que se me ha ido de las manos: Baleares puede tardar años en normalizarse socialmente por culpa de nuestra envenenada política editorial… pero mis intereses personales estaban por delante, compréndanme.»
«Viéndolo con perspectiva me siento profundamente arrepentido del daño que hay podido causar a las personas a quienes he insultado o calumniado con mis escritos… Pero es que de algo he de vivir. No sirvo para otra cosa, Soy incapaz de participar en debates plurales, en pie de igualdad con el resto, y donde mis ideas pueden ser matizadas o rebatidas. No concibo eso: estoy demasiado convencido de que tengo la razón y los demás deben ser insultados como alimañas porque son indocumentados, estúpidos, fascistas…. Catalanes.» “Pañuelo en mano y entre sollozos, Alemany no pudo seguir hablando”.

Sí, efectivamente todo un demócrata.

En las sesiones del juicio se le oyó decir “He sido un periodista rabiosamente independiente y nunca he escrito al dictado de nadie”, según cuenta la crónica en la sala de prensa se alzó un murmullo[35]. En su doble papel de periodista al servicio de la política, que siempre negó pero del que nunca se ha podido desprender porque es consustancial a su carrera, después de escribir los discursos a Jaume Matas, los comentaba en El Mundo / El Día de Baleares. Y, es evidente, que no es delito penal el opinar sobre el fondo del discurso, como tampoco lo es el ensalzar la prosa de tus propios discursos, pero es muy poco honorable y una falta de respeto a tus lectores felicitarse por las hechuras actuando como si no fueran tuyos incidiendo en lo inteligente que fue el autor del discurso, para todos Jaume Matas, para el ego del periodista Alemany, el oculto Alemany[40].

El caso es que pasó lo que tenía que pasar, que Alemany jamás en su vida ha sabido compartimentar doctrina política y periodismo informativo. Condenado a tres años, nueve meses y un día por prevaricación, falsedad en documento mercantil y oficial, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias. Además de una multa de 6.000 euros o un mes de privación carcelaria, a la 65/240 partes de las costas procesales, a una indemnización de 8.883,56 euros a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares[41]. La contratación y los pagos no se hicieron de forma correcta porque él se empeñaba en mantener su peculiar ‘independencia periodística’ de cara a la galería y así no perder su puesto en El Mundo / El Día de Baleares[42].

No tengo ninguna esperanza que me lea, pero voy a transcribir unas líneas de forma que duelan mucho más. No son mías[34] pero todo lo que he escrito viene a “demostra la impostura, la mentida, la tergiversació, l’engany, l’estafa, la impostura, el fals testimoni i la desinformació demencial que tan bé denifeix…” a Antonio Alemany Dezcallar.

...

[1] El pasado feixista de Antonio Alemany.
[2] Vílchez y la "memoria histórica".
[3] La Vanguardia, 8 de mayo de 1968 [página 28].
[4] Representativitat política de les dones a l'àmbit municipal (marzo de 2009).
[5] ABC, 26 de febrero de 1976 [página 88].
[6] La Vanguardia, 17 de junio de 1973 [página 33].
[7] ABC, 6 de diciembre de 1975 [página 80].
[8] Perfil biográfico de Antonio Alemany.
[9] ABC, edición Andalucía, 25 de febrero de 1976 [página 10].
[10] La Vanguardia, 26 de febrero de 1976 [página 9].
[11] El País, 20 de agosto de 1976.
[12] El País, 2 de septiembre de 1976.
[13] El País, 2 de julio de 1977.
[14] La Vanguardia, Sabatinas Intempestiva, 10 de abril de 2010 [página 28].
[15] La otra era masturbación como se refiere en el blog de Jordi Bayona citando a Moncho Alpuente.
[16] El País19 de abril de 1977.
[17] Así en el original.
[18] Diario 16, 19 de abril de 1977.
[19] ABC, 15 de mayo de 1977 [página 43].
[20] El País, 5 de julio de 1977.
[21] El Pais, 10 de julio de 1977.
[22] La Vanguardia, 5 de julio de 1977 [página 14].
[23] El País, 10 de agosto de 1977.
[24] Mientras que en El País, 14 de octubre de 1977.
[25] El País, 10 de enero de 1978.
[26] El País, 4 de diciembre de 1979.
[27] El País, 21 de febrero de 1979.
[28] ABC, 1 de febrero de 1979 [página 9].
[29] El País, 24 de marzo de 1979.
[30] El País, 11 de enero de 1980.
[31] El País, 15 de agosto de 1984.
[32] El Pais, 28 de septiembre de 1984.
[33] El País, 29 de julio de 1985.
[34] La premsa feixista del PP aplaudeix l'espoli fiscal i el robatori de Madrid a Balears.
[35] El País, 10 de enero de 2012.
[36] BOIB, 21 de julio de 2005, número 107.
[37] Transparencia: esta es la solicitud de subvención de la Agencia Balear de Noticias.
[38] Caso Matas: Antonio Alemany defiende su honor, en lugar de chorizo entero tres cuartos y mitad.
[39] El Mundo, Antonio Alemany y el Círculo Balear piden perdón.
[40] El País, 12 de enero de 2012.
[41] AUDIENCIA PROVINCIAL DE PALMA DE MALLORCA, SECCIÓN PRIMERA
Rollo: Procedimiento Abreviado número 0000068 /2011
Órgano Procedencia: Juzgado de Instrucción núm. 3 de Palma de Mallorca
Proc. Origen: P.A.D.D. núm. 174/11
Pieza Separada núm. 2
SENTENCIA núm. 18/12
[42] El País, 20 de marzo de 2012.

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